CMYK o RGB: qué modelo de color elegir para nuestros proyectos

Decidir entre los códigos CMYK o RGB es indispensable para conseguir una buena reproducción del color en productos profesionales de diseño e impresión, entre otros trabajos. La selección del modelo adecuado pasa por conocer sus características y resultados finales.

¿Qué es el RGB?

El código RGB es conocido por todo el mundo, y se usa tanto para trabajos artísticos amateurs como profesionales. Usa únicamente los colores rojo, verde y azul para crear el resto. Para ello, usa el sistema conocido como síntesis aditiva. Es decir, se suman los tres en proporciones diferentes para dar lugar a cualquier otro, incluso el blanco.

¿Qué es el CMYK?

Este perfil de color se conoce como cuatricomía. Se basa en el uso del cian, el magenta, el amarillo y el negro para crear colores a través de la sustracción. Es decir, eliminando la luminosidad de cada tono. Con este tipo de modelo, se puede conseguir cualquier color visible.

Este sistema de colores se imprime a través de un sistema de planchas con los colores citados anteriormente.

Ventajas e inconvenientes del esquema RGB

Una de las ventajas del código RGB es que puede reproducir casi 17 millones de colores, frente al millón escaso de la cuatricomía. Además, todos estos tonos ofrecen una excelente visualización en el mundo digital, mientras que el modelo CMYK es más apropiado para el trabajo en imprentas.

Otro de los aspectos a valorar en el uso de los colores del espectro RGB es que la realización de su conversión a CMYK no es exacta en muchos de los tonos. Por lo tanto, si se trabaja en un diseño en pantalla de ordenador, es posible que su impresión no encaje con las expectativas puestas en el efecto visual del trabajo inicial. La pantalla del ordenador no tiene por qué corresponderse con lo que se vea en la impresión en papel final.

Ventajas e inconvenientes del esquema CMYK

Para elegir entre el uso de CMYK y RGB como esquemas de color es necesario conocer sus puntos positivos y negativos.

Una de las grandes ventajas del uso de este modelo de color es que genera un gran resultado visual, con un buen contraste entre colores. Pese a ello, presenta dificultades a la hora de crear ciertos tonos. Así, es difícil llegar a conseguir un negro puro por el problema que representa conseguir suficientes pigmentos puros usando este sistema de creación de colores. Esto es importante cuando imprimimos catálogos o folletos publicitarios en los que se debe mostrar fielmente el color de un determinado producto.

Igualmente, es complicado que la cuatricomía de lugar a ciertos tonos del Pantone, como los metálicos, usando solamente los 4 colores en que se basa el sistema. De todas formas, verás que puedes convertir de CMYK a Pantone la gran mayoría de colores que vas a necesitar.

También es necesario tener en cuenta que el uso de las tintas para que la combinación resultante sea el negro puede implicar que el papel quede humedecido, lo que hace inoperantes los grandes tirajes si se quiere conseguir una impresión de gran calidad. En este sentido, es importante tener presente que este sistema ha sido diseñado para la impresión física, lo que agrava más el problema. Se trata de un factor a tener en cuenta a la hora de elegir entre RGB y CMYK.

Otro de los inconvenientes que puede tener el uso de este sistema de color es la creación de rojos oscuros y de azules, por lo que es necesario extremar la precaución si se trabaja en un diseño con ellos.

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En definitiva, se puede decir que elegir entre CMYK o RGB representa tener en cuenta en qué medio se van a visualizar los colores, y qué nivel de calidad y matiz se espera en cada tono. No se trata de que uno de los modelos sea mejor que el otro, sino que ambos son adecuados para usos diferentes. Revisar que el perfil de color se adapte a las necesidades de nuestro proyecto es uno de los pasos más importantes a la hora de hacer las comprobaciones previas antes de enviar un fichero a imprimir.